Antes de emprender un viaje, aunque sea corto, lo ideal es hacer al coche una buena revisión para descartar posibles fallos. Lo ideal es llevar el coche a un profesional para que realice las comprobaciones oportunas y así poder viajar con un poco más de tranquilidad.
Son muchas las personas que realizan estas revisiones al finalizar el invierno, los coches sufren mucho con las bajas temperaturas, los motores deben de calentarse antes de emprender la marcha, y esto es algo que muy pocas personas hacen ya que con las prisas y el ajetreo que tenemos siempre no tenemos tiempo que perder.
La última vez que llevé el coche a revisión me dijeron que no funcionaba la calefacción, algo tan insignificante podría causarme un gran problema porque dadas las bajas temperaturas que estamos teniendo este invierno, no me podía arriesgar a llevar el coche sin calefacción y que nos pasará algo similar a lo que pasó hace un mes que por culpa de una intensa nevada unas mil personas tuvieron que pasar la noche en el coche porque las carreteras estaban intransitables.
Así que para evitar un peligro mayor, me fui directamente a buscar en mi desguace de confianza, busqué en http://www.otoniel.es/ el repuesto para la calefacción, se lo llevé al mecánico y antes de darme cuenta ya estaba solucionado. Lo mismo hubiera pasado si en lugar de ser la calefacción hubiera sido el aire acondicionado también lo habría reparado de inmediato, nada peor que hacer un viaje en pleno mes de julio o agosto sin el reconfortante aire puesto. Viaje que a priori no deben de dar ningún problema pueden acabar siendo un verdadero infierno, solo por no tener preparado el coche y con todo bien revisado.
Ahora bien, el coche debe de ser revisado al menos un par de veces al año, siendo los neumáticos los que más atenciones reciban, controlar que no haya grietas y que el dibujo tenga un desgaste uniforme es de suma importancia para el buen funcionamiento del coche. Por supuesto los frenos y los niveles de aceite deben de ser controlados con frecuencia para evitar sobre calentamientos y posibles averías. La mejor manera de tener el coche siempre a punto para realizar cualquier viaje es seguir las recomendaciones del fabricante, o en su defecto los consejos del personal del desguace que visitamos regularmente, de esta manera, todo estará bajo control.
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