Como podemos ver hoy en día tanto en las noticias como en las redes sociales, la juventud sin querer creo que se nos va de las manos. En unos tiempos en los que no se le puede regañar a un hijo ni tan siquiera castigarlo quitándole el móvil porque hasta un juez te condena, vemos como desmesuradamente estamos perdiendo el control. Los padres con hijos adolescentes deben sentir que se les va de las manos, niños que no quieren estudiar, mucho menos trabajar, niños que salen y fuman y beben sin control incluso hasta perder el sentido, sin duda nos hace pensar que algo no estamos haciendo bien. No hace muchos días saltaban las alarmas ante un nuevo caso, una niña de apenas trece años se había tomado una gran cantidad de alcohol en menos de una hora, los servicios de urgencia la encontraron con una intoxicación etílica grave, aunque después desmintieron lo del coma etílico, el caso y lo terrible de la situación es que bebió sin control con una edad en la que en vez de estar bebiendo alcohol debería estar intentando sacar sus estudios adelante.
Sin duda se deben poner cartas en el asunto, se debe buscar una explicación y saber porque cada día los niños quieren crecer antes, no sabemos si será porque viven en familias desestructuradas y llegados a un punto se tuercen o simplemente lo hacen como una llamada de atención hacia sus padres. Lo alarmante es que cada día quieren lanzarse más a la aventura, incluso con lo relacionado con el sexo, ya que a más temprana edad empiezan a descubrir su cuerpo y como satisfacerlo. Las relaciones sexuales en gente tan joven lo único que desencadena son fuertes dolores de cabeza, a pesar de atiborrarlos de información hay quienes hacen la vista gorda y necesitan recurrir a ellaOne una píldora para el día después que evita que las chicas puedan quedar embarazadas.
Las alertas hace tiempo que saltaron y creo que todos debemos poner de nuestra parte los padres controlando más a sus hijos y el gobierno poniendo medidas más restringentes ante la venta de alcohol a menores, aunque en un mundo en el que incluso por internet se puede comprar de todo y no existen de verdad barreras, difícil lo tienen la mayoría de padres que solo quieren los mejor para sus hijos, unos hijos que sin ayuda se les augura un negro futuro.
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