La mayoría de los corredores que se inician en la práctica del running comienzan saliendo a correr sólo unos minutos, e incluso es posible que al principio alternen la carrera con unos minutos andando, para ir ganando forma física.

Con el paso del tiempo, nuestro cuerpo se acostumbra a correr durante más tiempo, y ya somos capaces de correr sin parar durante 20-30 minutos.

A partir de ese momento, hay que afianzar lo conseguido y no dejar de entrenar. Poco a poco, seremos capaces de permanecer corriendo durante más tiempo y de correr cada vez más rápido con el mismo esfuerzo.

TIPOS DE ENTRENAMIENTO

Llegados a ese punto, es muy aconsejable introducir variaciones en las sesiones de carrera que hacemos a lo largo de la semana.

Esto es favorable para nuestra forma física, como veremos a continuación, y también para despejar nuestra mente, pues variar los entrenamientos hará que estos sean más divertidos y llevaderos.

Para nuestra forma física y nuestros músculos, si siempre entrenamos haciendo una carrera continua con un esfuerzo medio, llegará un momento en que estaremos estancados y no habrá mejora.

Es muy interesante en ese momento introducir nuevas formas de entrenar, sencillas de aplicar y que aportarán diversidad al esfuerzo de nuestros músculos, siempre acompañados de un buen pulsómetro sin banda para ver cómo reacciona nuestro cuerpo al esfuerzo.

La primera de ellas son las series. Se trata de carreras cortas a una intensidad elevada, seguidas de un descanso de entre 1 y 3 minutos, y repitiendo esto varias veces. Esto desarrolla nuestra potencia muscular y resistencia al esfuerzo extremo, ganamos en velocidad y acostumbramos a nuestro cuerpo a un esfuerzo intenso.

La otra forma de entrenamiento muy beneficiosa es el fartlek. Se trata de una carrera continua en la que se alternan espacios de entre 30 segundos y un minuto de carrera suave con espacios de carrera a una intensidad alta también de entre 30 segundos y 1 minuto. De nuevo, nuestro cuerpo se acostumbra a rendir bajo pulsaciones elevadas, ganamos velocidad pero también resistencia y mejora nuestro rendimiento.

Como curiosidad, los atletas británicos de élite de la década de los 80, como el famoso SebastianCoe, contaron tras su retirada que sus marcas estaban estancadas y ya no había mejora llegado un cierto punto, hasta que sus entrenadores implantaron el entrenamiento fartlek un par de veces a la semana. Tras ello, sus marcas personales mejoraron en todos los casos y pudieron ampliar su registro de triunfos.

Así que ya sabes, no cuesta nada introducir nuevas formas de entrenar en tus sesiones, tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.