El sistema de alumbrado del coche es uno de los elementos principales de la seguridad activa, debido a que de su buen funcionamiento depende el poder conducir normalmente, aun cuando existan situaciones riesgosas o con poca visibilidad. Cuando a las luces les falta brillo, están sucias o están en mal estado, se reduce su eficiencia y con esto se incrementa la fatiga visual del conductor.

Aparte de ello, los fallos en el sistema serían una gran negativa al momento de pasar por la ITV (Inspección Técnica del Vehículo). Todas son razones de mucho peso para estar atentos a que el sistema de alumbrado permanezca a tono; para evitar estos inconvenientes es bueno que se le aplique un mantenimiento apropiado, así no habría cabida para averías serias que impliquen un mayor gasto o peligro.

Recomendaciones para el cuidado del sistema de alumbrado

Una buena manera de comenzar es verificando el estado de las bombillas de los faros, las luces intermitentes y las de posición; asegúrese de que no estén fundidas, ni se hayan aflojado. Si al coche le falla o se queda sin alguna de ellas, no solo se expone a una sanción, sino también a demasiados peligros.

Otro punto imprescindible es la regulación de la altura de los diferentes focos del coche; si los tiene de manera incorrecta, es posible deslumbrar a los demás conductores y, por ende, pierde parte de su visibilidad. Además, hay que tener en cuenta algunos factores que pueden alterar el alto de las luces, como el peso que cargue el vehículo, o quizás la presión de los neumáticos.

No deje de lado otros elementos que funcionan en conjunto con el sistema de alumbrado y que su buen estado es beneficioso para ellos. Entre estos se pueden mencionar:

La batería: cuando la batería está bien cargada, hay pocas probabilidades de que las luces se fundan. Se debe a que al no haber insuficiencia de energía, no se dan intermitencias en el paso de corriente que puedan acabar con los focos.

La limpieza: mientras los faros y contactos permanecen limpios, se deterioran menos. De tal forma, se mejora la calidad del alumbrado y se alarga su vida útil.

La instalación eléctrica: cuando las diferentes instalaciones que proveen el paso de la electricidad están en buen estado, no es común que se generen cortocircuitos.

Por lo general, estas son las causas más comunes de las fallas de las luces. No son averías de gran tamaño; sin embargo, son muchos los peligros que pueden generar si no funcionan adecuadamente. Si no se tienen las posibilidades económicas para reponer las piezas que requieran ser sustituidas, una alternativa factible es comprar en desguaces coche; venden repuestos más baratos y con frecuencia tienen un extenso stock que hace más fácil conseguir lo que se les solicite.