Los niños aprenden de lo que ven, de lo que hacen, de lo que escucha… todos y cada uno de ellos es como una especie de esponja que absorbe todo lo que hay a su alrededor, es por eso que debemos de tener mucho cuidado, al igual que aprenden las cosas buenas, también aprenden las cosas malas. Un ejemplo muy claro está en las palabrotas, si un padre o una madre, o un adulto cualquiera, le habla al niño utilizando palabras malsonantes, o simplemente son habituales en su lenguaje diario, es muy probable que el niño aprenda esas palabras que quedan tan feas en las bocas de los críos.

Los niños deben de crecer en un ambiente afable, un ambiente tranquilo, lejos del estrés, de los ruidos… los niños deben de realizar manualidades para el colegio con el fin de relajarse, de aprender a ser producticos, de aprender a ser creativos. Fomentar la creatividad de los niños es muy importante, de eso dependerá su imaginación y lo que es más importante su personalidad, desarrollará los gustos por las cosas y si lo hace en un entorno positivo crecerá en un ambiente bueno. Los niños de hoy son el futuro del país, debemos de inculcarles buenos valores para que puedan ser unos adultos buenos, respetables, justos y legales.

Los niños que creen en hogares desestructurados acaban con familias de igual modo, los niños que crecen en un buen ambiente, un ambiente en el que se respire la tranquilidad, la alegría, los ratos de pintar, dibujar, jugar, correr y saltar… Que no es por generalizar, pero suele ser así, aunque hay niños que se pierden a medida que van creciendo y poco se puede hacer por recuperarlos. Los niños deben de ser lo principal, la primera cosa en la que se piensa por las mañanas, los niños son el futuro del mundo, sin ellos no tiene sentido la vida, lo mejor de todo son los niños, niños que crecerán y que conseguirán hacer grandes cosas y es un verdadero privilegio poder haber colaborado en la educación de algunos de estos niños hoy adultos mañana que conseguirán que el mundo sea un mundo mejor. Y todo esto gracias a que en su infancia han tenido todo lo necesario para desarrollarse como personas, con imaginación, ilusión y cariño, lo único que le hace falta a un niño para ser feliz.