A una persona sana no le debe dolerle nada, a mí no me vale eso de me duele porque me tiene que doler, es que los años, excusas que nos queremos poner para pensar que es normal tener dolores a cierta edad. Si sabemos de verdad cuidarnos y hacer las cosas bien darle a nuestro cuerpo precisamente lo que nos pide, no tenemos por qué tener dolencias de ningún tipo, a no ser que necesitemos un chequeo y tengamos algo más que nos hace tener dolores, en cuyo caso el cuerpo es sabio y siempre nos sabe avisar antes de tiempo. Seguro que muchas veces hemos escuchado eso de que la alimentación y el ejercicio son fundamentales para tener una salud de hierro, y es que no falta razón, tenemos una de las mejores dietas que existen y aun así nos empecinamos en querer llevar otro estilo de vida diferente, nos escudamos en la falta de tiempo que por su culpa no podemos preparar platos exquisitos llenos de frescura, no hacemos otra cosa que consumir alimentos envasados procesados y que no nos hacen ningún bien, no pensamos en ir al mercado y comprar la fruta y verdura de temporada, alimentos frescos que nos ayudan a llevar un estilo de vida mucho más saludable.
En cuanto al ejercicio se refiere, pretendemos ver resultados enseguida, es como el que se apunta a una peña de loterías y por el hecho de jugar con muchos más números pretende que le toque el gordo enseguida. Pues bien, hay gente que comienza hacer ejercicio y quiere quedarse delgado en breve, sin darse cuenta que el engordar ha llevado un proceso largo y el de ponerse en forma también. Lo mismo ocurre con las malas posturas esas que no paramos de hacer en todo momento, agacharnos, sentarnos incluso tumbarnos de una forma que nos lleva a lesiones molestas que no paran de molestarnos, y es que encima no tomamos las medidas adecuadas, simplemente hacemos caso de lo que nos dice un familiar una amiga a la que le dolía de la misma manera y nos auto medicamos así sin más sin preguntar al médico ni siquiera a un farmacéutico. Y ya cuando no tiene remedio es cuando decidimos acudir a fisioterapia cuando nos vemos con el agua al cuello y necesitamos de verdad de las manos de un auténtico profesional.